miércoles, octubre 05, 2005

NO SE OLVIDARÁ...

Lo que pasó después... ya lo sabemos.

El 2 de octubre de 1968 es una fecha que no quedará sólo en la memoria de sus protagonistas, sino que ya forma parte de la historia, y no tan sólo mexicana. 37 años después, la vida siempre cíclica, pone un nuevo reto a una nueva sociedad. Aunque sólo los escépticos lo vean como fútbol, hay un buen mensaje en el contenido de esta información.

En Tlatelolco, ocurre la encerrona. El ejército bloquea todas las salidas con tanques y ametralladoras. La gente lista en un corral, prontos para el sacrificio, se apretujan los estudiantes, gritan justicia, igualdad y oportunidades. La trampa es cerrada con un muro continuo de fusiles con bayoneta calada. Las luces de bengala, una verde, otra roja, dan la señal. Horas después, la gente busca a sus amigos, en donde los zapatos dejan huellas de sangre en el suelo.

En Lima, Estadio Nacional. Los batallanoes vestidos de blanco y verde, amarillo y azul, respectivamente. La hinchada inclinada por el débil de la historia, los fantasmas del "ya merito" merodean la capital peruana, antes de la hazaña. Una jugada del "Ronaldhino" mexicano, un remate complicado del goleador del torneo y una meta que se ve dañada por el primer cántico azteca. Espalda con espalda, el segundo tanto, obra de Esparza. ¡Golazo!. Al final, el sabor de la samba a lado del majestuoso Amazonas sabía a mezcal. Guzmán cerró la cuenta, aniquiló las esperanzas contrarias, alimentó los sueños mestizos, las convicciones truinfadoras de un pueblo, listo para gritar, por primera vez un CAMPEONATO MUNDIAL en fútbol. Horas después, la gente en su ciudad los busca, en donde la espera vale la pena para cambiar.

El 2 de octubre de 2005 es un fecha que quedará en el corazón de aquellos aficionados listos para ganar, esos que de ahora en adelante no pueden dejar de trabajar, de luchar y de soñar. No se trata en esta ocasión de sólo un juego, se trata de comulgar nuevas ideologías, se trata de enseñar a las nuevas generaciones que el mexicano es igual o mejor cuando tiene disciplina, cuando se le quita lo bonachón y se pone a pensar en él, en su sentido de sociedad, rica en cultura, en historia, pero sobre todo en humanidad. Lo dije la vez pasada ¡venga! Dos Santos, Vela, Arias, Villaluz, Guzmán, Esparza, Don "Chucho" Ramírez y todo el plantel Sub-17. Que nadie les quite lo ganado, que nadie más se suba en su barco, ese logrado con 4 años de sudor, que nadie les diga que es exagerado el festejo, porque ahora ustedes dirán como se debe jugar, luchar y ganar.

El 2 de octubre de 1968 no se olvida y el 2 de octubre de 2005 no se olvidará.

ENRIQUE BEAS PANTOJA
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