Si alguna vez creíste que tus sueños no se harían realidad, pregúntale a chamacos de 15, 16 y 17 años si pueden concretarse.Siempre tengo que poner en claro que las prioridades en México no son los deportes, que hay una agenda que te exige buscar otras cosas, en lugar de ser campeones del mundo en cualquier disciplina.
Pero... ¡por favor!, hoy sí hay que levantar la cara, hoy sí se debe festejar. Lo del jueves no es obra de la casualidad, es obra del trabajo, del esfuerzo, de las 24 horas por las 24 horas, pero sobre todo de los sueños, de la convicción de estos y no de las convenciones que envician a los otros.
Cuando vi las entrevistas a estos jóvenes deportistas, me percate de la nueva mentalidad, de que hoy el tener prejuicios te lleva al fracaso. El miedo es otro factor que no te deja crecer como equipo de fútbol y se ve reflejado como nación.
Sé que falta el domingo contra el mejor país que juega al fútbol, esa eterna cantera biológica que hace que cada niño tenga un contrato en Europa, en Asia o en cualquier latitud del planeta, porque simplemente son los mejores. Pero hoy, la infantil (para mí la juvenil) no le importa eso, sólo sueñan con ser campeones en Perú el domingo, para poderle gritar al mundo que sí existen los sueños. El mejor mensaje es que sí se pueden cumplir, siempre que haya trabajo, siempre que uno tenga las convicción de hacer lo que quiere hacer.
¡Venga! Vela... Dos Santos... Villaluz... Guzmán... Arias y todo el equipo, salgan como todo el campeonato, ¡a ganar! Qué su juego no sea asustado por el carioca, qué su velocidad no sea superada por la verdeamarela, qué su deseo conjunto no sea paniqueado por los brasileños, pero sobretodo, pase lo que pase, qué sus convicciones no sean aniquiladas por sus convenciones en el futuro, ya que su contrato estará listo cuando regresen, como los primeros finalistas de un Mundial de fútbol en México.
ENRIQUE BEAS PANTOJA
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